Lunes a Sábados de 17:00hs a 20:oohs
La evolución de las máquinas fotográficas nos ha hecho olvidar su origen como cámara oscura. En la oscuridad impresionamos los sentidos y creamos imágenes propias, así como en el silencio oímos el sonido de campanas inmóviles.
En esta exposición os invitamos a construir recuerdos, a visitar arquitecturas imposibles y a sentir el paso del tiempo. Como el relámpago que en plena noche transforma la oscuridad en luz y el silencio en estrépito, estas fotografías muestran juegos de luces y sombras que convierten lo conocido en desconocido; lo cotidiano en extraño; lo que teníamos por sólido y perdurable resulta ser delicado y fugaz; lo cerrado e inexpugnable nos invita a entrar.
El aleteo de los pájaros, el lento movimiento de la niebla o el eco de las campanas nos hablan del paso del tiempo y de los que ya no están. Sonidos y silencios, luces y sombras de un tiempo que no se para.