Los orígenes de Artíes nos son desconocidos.  Sin embargo los hallazgos de algunos objetos de época romana permiten suponer la existencia de un asentamiento ya en aquel momento.  Las excavaciones arqueológicas realizadas entre los años 2007 y 2010 en el entorno de la iglesia de Santa María confirman la continuidad en la ocupación del lugar desde, como mínimo, los siglos VI y VII d.C., momento en que se ha fechado la necrópolis localizada en el subsuelo de la iglesia. Por encima de este nivel se encontraron restos de una fortificación y el ábside de una iglesia prerrománica anterior a la actual románica, edificada en la segunda mitad del siglo XII.

Del último tercio del siglo XIII o de  inicios del XIV son algunos documentos en los que la  villa aparece citada con distintas variantes (Dartiers, Artis, Arters, Artíes).

Sabemos que entre el 1 y el 11 de noviembre de 1283, con motivo del conflicto que por la posesión de Sicilia enfrentó a los reyes  Pedro III de Aragón y Felipe III de Francia, el Valle de Arán fue invadido en nombre del monarca francés por Eustache de Beaumarchais, senescal de Toulouse. El castillo de Artíes, como otros lugares del valle, trató sin éxito de resistir. En 1295, a pesar que el Tratado de Anagni puso fin a la guerra, el Valle de Arán, a diferencia de otros territorios que habían sido ocupados, no fue devuelto por los franceses. Este hecho  dio lugar a un nuevo litigio que duró treinta años de largas e infructuosas negociaciones,  hasta que finalmente, en 1313 Francia lo restituyó al rey de Aragón Jaime II, el Justo. Poco después, una delegación de notables araneses se desplazó a Lleida para jurar  fidelidad al nuevo rey y pedirle que reconociera  por escrito sus derechos y libertades. El acto tuvo lugar  el 12 de agosto de 1313 y el 23 del mismo mes, Jaime II concedía a los araneses el privilegio de Era Querimònia, recopilación y confirmación de derechos seculares de Arán, que hasta 1817 seria confirmado por todos los reyes de Aragón y después de España en el momento de acceder al trono.  Poco tiempo después, el 10 de noviembre de 1313, los 8 cónsules y los 86 cabezas de familia de Artíes, reunidos en la iglesia de Santa María, juraron fidelidad a Guillem de Castellnou, procurador del rey Jaime II.

Años más tarde, el 14 de enero de 1379, el rey  Pedro IV, el Ceremonioso, concedió a los hombres de Artíes un privilegio para reedificar el castillo, posiblemente en mal estado, y dotarlo de una guarnición de 10 hombres. A este momento corresponden la torre y los lienzos de muralla que todavía hoy podemos ver enfrente la puerta principal de la iglesia. En agosto de 1483  Artíes y su castillo resistieron a la invasión del conde de Pallars hasta  la caída de Vielha. Posteriormente, durante la segunda mitad del  XVI, las guerras de Felipe II con Francia y los protestantes  provocaron que Arán fuera objeto de reiteradas invasiones y saqueos. Por esta razón,  en 15 de febrero de 1586, el rey Felipe II amplió su guarnición a 20 hombres.  En octubre de 1649, en el transcurso  de la sublevación de Cataluña, también conocida como Guerra dels Segadors (1640-1652), el castillo fue  definitivamente destruido.

La preocupación defensiva de la época se refleja también en algunas casas solariegas como Casa Paulet, dotada de bellos ventanales renacentistas y saeteras y sobretodo, en  Casa Portolá (actualmente integrada al   Parador de Turismo), que con su robusta torre de defensa documentada ya en 1584, fue cuna de la  importante familia  Portolá, entre cuyos descendientes se encuentra Gaspar de Portolá Rovira (Balaguer 1717-Lleida 1786) quién fue descubridor y primer gobernador de California.